La Ermita de San Sebastián. Elemento
Cohesionador de la Sociedad de Orgiva en Época Moderna
Autores: Fran Puerta Berrio y Miguel Flor Moya
Resumen:
La
sociedad de Órgiva resultante de la sublevaciones y posterior expulsión de los
moriscos fue muy heterogénea. Con Disparidades socieconómicas y a veces
encontradas, necesitaban elementos cohesionadores. Estos elementos los aportó
la religión y se materializó en torno al culto mariano y al culto de San Sebastian.
Referente
a la figura de San Sebastián, la justifiación la encontramos en dos aspectos
ideológicos que se entrecruza en torno a su figura : El primero como el
simbolismo de su carácter guerrero que refleja la importancia de la lucha y la victoria
contra el infiel y el
segundo por su carácter antipestífero.
En
ese momento se concretaron en Órgiva las construcciones de la Ermita de San
Sebastián y de la Iglesia de Nuestra Señora de la Expectación . En este
artículo los autores nos centramos en la Ermita de San Sebastin . Dejando para un
proximo artiículo la Iglesia de la
Expectación.
I.
Algunos autores
citan sobre la cima de una pequeña colina – Donde actualmente se encuentra la ermita
de San Sebastián, una fortaleza construida por los visigodos.
Los
arabes no llegaron sobre un terristorio virgen sino como apunta el autor Simonet (1) reseña en su obra “Descripción del Reino cristiano” menciona el
Castillo de Hisn Orgivá, sin referirse al núcleo de población determinado que
llevase por nombre la aludida fortaleza.
. Como apunta el autor algunos autores árabes;
lo ubican en época visigoda.
Apunta que al
pie de este castillo había un pequeño llano, conocido con el nombre de
Albasatch de Orjiva. Cerca de esa llanura fundaron los árabes el lugar que hoy
es la ciudad.
Con la llegada
de los árabes hay que apuntar que posiblemente bien en los restos o bien
aprovechándose la construcción puedo haber una rabita musulmana. Ya que era
símbolo de la dominación no solo territorial sino también religiosa. El nombre
de rábita se aplicó frecuentemente entre nosotros a otro tipo de edificios que
albergaban instituciones algo semejantes: el ribat - pl. ribatat - y la zawiya
- pl. zawaya -. Los primeros eran conventos fortificados que jalonaban costas y
fronteras y habitaban musulmanes devotos dedicados a expediciones militares -
la guerra santa - y a prácticas ascéticas; servían, al mismo tiempo, de puestos
de vigilancia (2).
No debemos olvidar que el que la consagración de un
espacio antes pagano o laico, era inherente al concepto de “propiedad” de la
Iglesia. El uso de los espacios públicos anteriores ocupados por los vencidos
que eran reconvertidos en construcciones religiosas o los nuevos templos cristianos, quedaban
revestidos de su carácter de “casa de Dios”, y por tanto bajo administración de
la Iglesia(3) .
La dinámica
descrita se va a perpetuar a lo largo de
la Edad Moderna. Echevarría, al abordar el aspecto de este proceso de la
conversión de mezquitas en iglesias, comienza señalando que (4):
“Al plantearse la idea de “marcar el espacio, iglesias
y espacio eclesiástico como reto ideológico”, una de las primeras cuestiones
que se nos plantean es ¿qué puede marcar más el espacio que la transformación
de los símbolos religiosos del enemigo, en este caso, la de los espacios
sagrados musulmanes que se van conquistando al avanzar hacia el sur? Sobre esta
transformación del espacio se va a construir la legitimidad política del tipo
cuasi-nacionalista…………sobre todo al reino de Castilla, aunque en algunos
momentos pueda aportar ejemplos de otros reinos peninsulares”
Estos planteamientos son otro argumento a favor, según Flor y Perea, que el
lugar donde se ubica actualmente la Ermita de San Sebastián en Órgiva tienen los precedentes de épocas anteriores tanto visogodas como la
reutilización de este espacio durante la conquista musulmana.
Tampoco debemos olvidarnos de la ideóloga subyacente desde la visión cristiana de enlazar
la conquista cristiana con la legitimidad del reino visigodo. Ya
que a través de la ocupación de
mezquitas y su transformación en iglesias, y de la construcción de nuevos
lugares de culto, se está efectuando una redefinición del espacio, que es
legitimada paralelamente a través de las fuentes escritas, que son las que
crean el verdadero sentido de identificación con el pasado previo a la invasión
musulmana (5).
II
En
este punto es necesarios ubicarnos en el contexto histórico en que surge la
Ermita. Con la conquista del reino nazarí se crearon «señoríos» que
garantizaban una estructura militar y administrativa que facilitaban la labor
de la corona. Los Reyes Católicos concedieron dos señoríos: uno a D. Luis
Zapata Portocarrero –el más grande, aunque no el más rico, comprendía la mayor
parte de la Contraviesa-, el otro a D. Gonzalo Fernández de Córdoba, el Gran
Capitán, primer duque de Sessa, al que concedieron el Señorío de Órgiva y el
lugar de Busquístar.
Otros cambios importantes fueron la radical
renovación demográfica y la transformación del paisaje producida tanto por la
nueva estructura de la propiedad como por los nuevos sistemas de cultivo.
Tras
la conquista de Granada por los Reyes Católicos (1492) la Alpujarra se
convirtió en el último refugio de los moriscos, que soportaron condiciones de
vida insostenibles, lo que les llevó a diversas rebeliones.
La guerra de los moriscos se desarrolló sobretodo
en las Alpujarras, granadina y almeriense, en la Serranía de Ronda y en la
Sierra de Bentomiz -parte de la Axarquía malagueña- es decir, afectó sólo al
territorio del antiguo Reino de Granada. Hubo dos guerras: la primera se desarrolló entre
los años 1499 y 1551. Se produjo por conflictos entre cristianos y mudéjares -
que eran musulmanes dentro de territorio cristiano- Al final de la guerra los Reyes
Católicos ofrecieron a los mudéjares dos opciones: o se marchaban fuera de
España o se convertían al cristianismo. Y los moriscos son estos mudéjares
conversos o los descendientes de ellos.
Además de las funestas consecuencias materiales de la
revuelta, ésta acarreó una consecuencia jurídica importantísima, derivada del
cambio de status jurídico-administrativo de los musulmanes al haberse
rebelado contra la Corona y obligárseles a bautizarse y abrazar el cristianismo
o marcharse a África. Muchos prefirieron la primera de las opciones y pasaron a
ser “cristianos nuevos” o moriscos tras su bautismo, pero la gran mayoría no
pasaron a ser nuevos cristianos pues siguieron practicando en la intimidad su
religión y almacenando un odio hacia los cristianos viejos sobre todo a los
eclesiásticos que les obligaban asistir a los actos religiosos. Todo este
conflictividad acumulado estallará de nuevo en la Navidad de 1568 (6)
Segunda
guerra: Es la más importante y la que se reconoce como la guerra
de los moriscos. El viernes, víspera de la navidad de 1568 hay un levantamiento
de los moriscos en las Alpujarras, granadina y almeriense, en la Serranía de
Ronda y en la Sierra de Bentomiz -parte de la Axarquía malagueña-. Los moriscos
de la Alpujarra envían una delegación de 200 monfíes*al Albaicín de Granada
para animar a los moriscos de la capital granadina a unirse a ellos, sin
conseguirlo.
*Mofies derivado de una
palabra árabe que viene a significar «hombre desterrado». Ser desterrado supone
ser expulsado de la tierra en la que resides, y es lo que pasaba precisamente a
estos salteadores, que vivían al margen de la ley desde la conquista de las
tierras donde vivían por los Reyes Católicos. Sin embargo, mientras los
católicos los consideraban «fugitivos de la justicia», los historiadores
musulmanes los distinguían como luchadores contra un enemigo opresor, ya ue
sólo atacaban a cristianos. Asimismo, los monfíes servían como informadores a
los piratas, y entre ambos colectivos existía una relación de apoyo mutuo. https://descubrirlahistoria.es/2015/06/el-bandolerismo-de-los-desterrados-los-monfies/
Se retiran a la Alpujarra y resisten mediante
guerra de guerrillas el acoso de las tropas cristianas, al mando del marqués de
Mondéjar, hasta que la presencia de Don Juan de Austria, hermanastro del
Emperador, venido con tercios de Flandes les obliga a rendirse noviembre de
1570. Los moriscos alpujarreños nombraron a un jefe, Aben Humeya, la víspera de
la Navidad de 1568 en Béznar, también llamado Don Fernando de Válor, a
propuesta del otro jefe de la revuelta, Hernando el Zaguer. Aben Humeya, es
traicionado y ajusticiado por los suyos en el Laujar de
Andarax y proclamado rey Aben Aboo poco antes de la rendición total de los
moriscos. Después de la rendición de los moriscos se produce un decreto
de expulsión, hacia Castilla preferentemente.
Décadas después, entre 1609 y 1614, los moriscos
son expulsados definitivamente de España hacia el Norte de África, aunque
muchos se escondieron, se camuflaron entre la población cristiana, más por
motivos económicos, ya que no tenían dinero para poder irse, que por otra
cosa. Se calcula que quedaron entre la población del reino de Granada unos diez
o quince mil moriscos. (7).
Sofocada
con la intervención de D. Juan de Austria, decretándose el 28 de Octubre de
1570 la Orden para la evacuación total de los moriscos de la Alpujarra. Su
expulsión -unos 80.000 moriscos- y posterior repoblación con cristianos viejos
-unos 35.000- produjo un gran cambio en la zona en todos los aspectos, fundamentalmente
en el económico, pues supuso la ruina de la industria sedera al implantarse
nuevos cultivos, a pesar de que Felipe Il autorizara la permanencia indefinida
de campesinos, artesanos y tejedores moriscos entre los cristianos viejos para
evitar la desaparición de dicha industria que tan importantes beneficios
reportaba.
Terminadas
la guerra de Las Alpujarras y de portados los Moriscos por toda Castilla,
Felipe II ordenó repartir sus bienes a los pobladores venidos de todos los
reinos de la Corona.
Las raíces del sentimiento
religioso actual del pueblo en la Alpujarra, hay que buscarlas en la segunda
repoblación del Reino de Granada, tras la derrota de los moriscos (1573) y la
religiosidad de los nuevos pobladores de Galicia, León, Asturias y Castilla. Muchos de éstos eran soldados de la guerra, e
incluso algunos participantes de la batalla lepantina, constituyendo un “contingente
militar” que generaría un vecindario de claros rasgos castrenses bastante
proclive a una religiosidad indicativa (8)
A partir de 1570 las villas granadinas reanudaron su
vida, incluida la reliogisidad.
La
nueva religiosidad se pefilo en 3 pilares (9) :
1-El dispar origen de
los nuevos pobladores imposilitaba la uniformidad religiosa
2. La guerra abrió una
nueva mentalidad
A partir de 1570 los repobladores llegados de todos
los lugares de España constituyeron poco a poco nuevas comunidades que
reproducían los arquetipos de procedencia, costumbres, lengua, tradiciones, y,
cómo no, sus fiestas. La campaña militar desarrollada en las Alpujarras contra
los moriscos fue la ocasión para que la recientísima comunidad de granadinos
tiñera sus fiestas con un matiz especial impregnado de tonos paramilitares,
reforzando así los ya existentes desde la Toma del Reino. El peculiar entramado
de algunas festividades de los lugares recién repoblados se reforzó presentan
algunas características comunes: el odio secular a todo lo musulmán, mezclado
con ensalzamientos a las hazañas heroicas de la guerra, con el fin de
protegerse contra un virtual ataque. En este sentido los mensajes más claros
que se difunden (10):
A) Mantener alta la moral de la población, recordando
la victoria sobre los enemigos, idea que reproducen las fiestas de la Victoria
o las de Moros y Cristianos.
B) Fomentar una especie de guerra fría que advierte
del incansable desvelo enemigo por conquistar España, toda vez que sólo espera
el descuido para atacar. Este código aparece reflejado en gran medida en las
comedias, autos, textos de Moros y Cristianos, y, en fin, en los teatros y representaciones
populares.
3. Los supervivientes
a la matanza morisca que desarrollo su propia religiosidad, el Culto del Martir.
El hecho que el martirial alpujarreño es
instrumentalizado desde sus orígenes como medio de la propaganda contrarreformista
desde la jerarquía eclesiástica granadina. Y fue utilizado como elemento de
cohesión ideológica de una sociedad repoblada, necesitada de una mitología
religiosa, que había quedado diluida en la dispar procedencia de los
inmigrantes (11)
Descender de un mártir era elemento seguro de
progreso y mejora social y económica.
Un cristiano originario que había sufrido el daño de
la tortura y el inmenso dolor de la muerte de sus familiares, no podía ser igual que el resto de los
colonos repobladores por muy viejo cristianos que fueran y que ahora venían con
sus manos limpias a tomar posesiones repartidas por la Corona (12)
Los nuevos pobladores con el
hecho diferenciador de su diversidad geográfica y en consecuencia de su habla y
costumbres, contaban con un elemento de cohesión como era el cristianismo. Con
el paso del tiempo, la religiosidad alpujarreña irá tomando cuerpo local con el
progresivo arraigamiento de los repobladores y, sobre todo, de sus
descendientes que ya si sentirían “lo local” como propio y por lo tanto, con
sentimientos de identidad hacia las señas culturales de cada localidad entre
las cuales, las religiosas (los patronos y sus festejos conmemorativos)
ocuparían en sus vidas un lugar destacado.
En estas poblaciones surgió la necesidad de la erección de
santuarios necesario como
aglutinador de las diferencias,
culturales, económicos, sociales etc. donde dirimir las diferencia repobladoras
(13).
En este contexto debemos ubicar el papel del culto mariano
y de San Sebastián. Y su materialización en las construcciones en Órgiva de la
iglesia de Nuesta Señora de la Expectación y de la Ermita de San Sebastián.
III
La
Ermita dedicada a San Sebastián fue construida sobre las ruinas de un Castillo
visigodo por Hisn Orgiva que había sido destruido a finales del siglo XIV, y se
asienta sobre una colina. Se constityó canonicamente en 1591 por el arzobispo
de Granada D. Pedro de Castro y Quiñones.
Según algunos historiadores parece ser que
el patronazgo del glorioso mártir San Sebastián sobre los cristianos de Órgiva
se implantó con el respaldo canónico del arzobispado de Granada D. Pedro de Castro y Quiñones, a finales del siglo XVI, más
concretamente en 1591 a raíz de una epidemia de peste bubónica que azotó la
comarca y otras zonas, causando numerosas víctimas en Órgiva y otros lugares (14).
Esta aspecto se confirma con la epidemia se produjo en 1724
se produjo también con mucha virulencia esta contagiosa y mortal enfermedad;
pero Órgiva y los lugares de sus cabeceras (Caratáunas, Soportújar y Cáñar)
fueron preservados milagrosamente de su incidencia y de sus mortíferos efectos.
Un hecho realmente insólito que provocó en los orgiveños y en los habitantes de
los mencionados lugares, el fervoroso y unánime incremento de la devoción a San
Sebastián, abogado contra la peste.
Este
Santo es venerado como abogado de las pestes por la cristiandad.
Además D. Juan de Austria se hace de San
Sebastián un gran devoto ya que en el siglo XVI era un honor para un militar
cristiano luchar contra los infieles y , a ser posible, morir en combate. Así
los núcleos de población que eran conquistados por sus tropas estaban acogidos
a su patronazgo
En este punto nos
es imprescindible indagar sobre su figura. De San Sebastián conocemos que era
un soldado milanés de guarnición en Roma y que fue mártir por no reconocer la
divinidad que el emperador Diocleciano (284-305) quería atribuirse para obtener
una unidad política en el Imperio Romano. Se conoce el sepulcro donde fue
enterrado; en la Vía Appia, que fue catacumba de los primeros
cristianos. Ha sido venerado como Santo desde la antigüedad y el Papa Cayo le otorgó
el título de defensor de la Iglesia. Iconográficamente se le representa ya
desde la antigüedad: atado a un tronco de árbol y atravesado su cuerpo por
flechas.
Helena Carvajal (15) nos propone
a partir de estudios de diversos
autores unas sugerentes interpretaciones:
-
Una relación innegable entre el tema del
martirio de San Sebastián y la
flagelación de Cristo atado a la columna.
-
Cuando se
emplean tres flechas son símbolo de los clavos de Cristo, mientras que si son
cinco se relacionarían con las llagas del cuerpo de Jesús
Siguiendo las aportaciones de
Carvajal González: La iconografía de San Sebastián ha sufrido diversas interpretaciones a lo
largo de la historia. Las imágenes medievales suelen representar al santo como un hombre de mayor edad, dado su
rango militar.
El Renacimiento
cambia la concepción sobre el cuerpo humano. El cuerpo deja de ser una
cárcel y se convierte en el espejo del alma. «A partir del Renacimiento, cuánto
más bello es el cuerpo, más bella es el alma. Hay un paso desde las teorías
aristotélicas a las teorías platónicas. De la Edad Media al Renacimiento y el
cuerpo se empieza a ver como algo positivo, no como algo que solo produce
enfermedad, muerte y pecado». Renacimiento popularizó la imagen de San
Sebastián como un efebo desnudo –a excepción de un paño de pureza–Obviamente
esta imagen es la que más se utiliza en el esta etapa por su carácter guerrero
y de mártir.
http://donostiando.blogspot.com.es/2014/03/la-peste-y-la-devocion-san-sebastian.html
D. Juan de Austria es encargado por el monarca Felipe II
para sofocar la rebelión de los moriscos del Reino de Granada en 1569. Es como
él militar y defensor de la fe; San Sebastián, y D. Juan de Austria hace del
segundo un gran devoto; en el siglo XVI era un honor para un militar cristiano
luchar contra los infieles y, a ser posible, morir en combate. Así los núcleos
de población que eran conquistados por sus tropas estaban acogidos a su
patronazgo
Hasta
la llegada del racionalismo del siglo XVII que empezó a buscar explicaciones a
través de la razón y la experiencia, las epidemias y otras calamidades se
pensaba que era fruto de una ofensa a Dios ( y épocas anteriores a los dioses)
o un error en el culto.
Esto
explica que el desconocimiento de muchos aspectos científicos de las
enfermedades hacía que las epidemias fuesen vistas como fenómenos caprichosos,
fulminantes y mortíferos. La naturaleza de la peste era como el disparo de una
flecha, por eso la sociedad buscó la intercesión de un santo que hubiese sido martirizado
con flechas.
Su gran importancia en la Edad
Media radica en que, por su primer martirio, se le consideró uno de los principales protectores
contra la peste, enfermedad que tradicionalmente se relacionaba con una lluvia
de saetas (16)
‘La epidemia’,
de Lucas Cranach el Viejo.http://caocultura.com/el-cuarto-jinete-del-apocalipsis-i
A finales de la Edad Media surgió
un tipo de representación de San
Sebastián similar a las de las vírgenes de la Misericordia, en las que el santo
protege con su manto a los devotos de las flechas de la peste (17) (Helena
Carvajal). San
Sebastián sobrevivió a la lluvia de flechas, y es eso lo que va a otorgarle a
ojos de los hombres un poder taumatúrgico frente a la peste. Va a ser
precisamente a finales de la Edad Media, después de aparecer la Peste Negra, no
antes, cuando empezamos a encontrarnos con representaciones de San Sebastián
similares a las de una Virgen de la Misericordia, como en el fresco pintado por
Benozzo Gozzoli en San Gimignano, en la que vemos a San Sebastián protege a los
fieles (1464).
A este motivo es una de las principales causas que hicieron
de la devoción a San Sebastián una de las más ubicuas de la Edad Media fue su
capacidad antipestífera. Numerosos estudios coinciden en señalar que el origen
de dicha devoción se debe a la creencia antigua que relacionaba las epidemias
de peste, plaga que de forma cíclica diezmó la población europea, con flechas
lanzadas por la divinidad.
Las flechas lanzadas por la
divinidad ya se encuentran en la Ilíada
y en la tradición Hebrea(18):
Apolo desencadena la plaga lanzando
flechas:
“...Y disparó Apolo el mortífero
dardo infestando con la peste a los combatientes; de tal suerte que
constantemente se veían humear las hogueras donde se incineraban los cadáveres
de los apestados” (Homero, Ilíada, Canto 10).
También en la tradición hebrea el
castigo divino se relaciona con las flechas:
“Dios es un Juez justo y puede
irritarse en cualquier momento. Si no se convierten, afilará la espada, tenderá
su arco y apuntará; preparará sus armas mortíferas, dispondrá sus flechas
incendiarias” (Sal 7, 12-14).
“Pero Dios los acribilla a
flechazos y quedan heridos de improviso” (Sal 64, 8).
Es curioso señalar que aún hoy
muchas tradiciones populares mantienen en el culto a San Sebastián hogueras
purificadoras que los investigadores han relacionado con la enfermedad de la
peste y el patronazgo del santo.
Esto explica por un lado la
visión de San Sebastián como guerrero para luchar contra el infiel y su
carácter protector contra la peste. Pero además por su carácter de mártir. Esto
último tan arraigado en las Alpujarras después de la Segunda revuelta, como ya
hemos comentado anteriormente .
No conocemos
referencias documentales sobre ésta, aunque algunos autores remontan su origen
al siglo XVI. Se construyó en honor del patrón de Órgiva por encargo de D.
Pedro de Castro y Quiñones, arzobispo de Granada.
IV
En 1591, como ya hemos
señalado anteriormente, se construyo la ermita de San Sebastián a la que se le
dedicó. Como símbolo de la fortaleza de los de los cristianos. Se construyó de forma
austera propio de este tipo de construcciones y que recuerda a las rábitas
musulmanas y también en consonancia con la austeridad del momento: el estilo
herreriano.
La ermita de San Sebastián fundamenta en aspectos
ideológico, ya explicados:
1)
Dedicada al santo de las epidemias de peste.
Además existen una retahíla de leyendas
en torno al santo como la que reproducimos proveniente de la Vox Populi:
Ocurrió una vez que una tremenda riada amenazaba con
asolar el pueblo pero alguien empujó una gran piedra al río y desvió el curso
de las aguas, evitando lo peor. Cuando la gente corrió a la ermita a dar
gracias al santo, vieron que los pies de la imagen estaban manchados de barro”,
Vox populi
2) El aspecto guerrero contra el infiel
La Ermita de San Sebastián se encuadra dentro de un tipo de edificio religioso, presente en casi
todos los pueblos, habiendo en algunos más de una, como son las Ermitas. Muchas
de ellas datan del siglo XVI y su estructura es muy similar: planta
aproximadamente cuadrada y cubierta con cúpula. Recuerdan las antiguas
«rábitas» musulmanas. (En época musulmana se contaban por decenas en cada
«taha»). Gran simplicidad de formas: espacios cuadrados, cubierta con techo
plano. Podrían ser algunas reutilizaciones de estas antiguas rábitas como
sucede en Granada con la «Ermita de San Sebastián» (19)
La ermita es de planta central, cubierta por una bóveda
ciega y distintas capillas adosadas a la cabecera. El exterior aparece encalado
y se cubre con un tejado.
Utilizando las categorías utilizaremos las de Wofflin:
Es de perfiles limpios en sus contornos por lo que
predomino lo lineal. Además el tratamiento detallado de cada parte nos hable de
la autonomía e importancia de cada una de sus partes que configuran la ermita, de ahí caracteres múltiples ya que resalta la autonomía de sus
partes.
La relación de su parte externo e interna nos habla de su
claridad absoluta.
Además su
concepción espacial es mesurable por los sentidos propios de la época.
Referente a su
simbolismo destacamos la unión de lo terrenal
(lo cuadrado) con lo divino (la cúpula).
-La escultura más destacada es como no podía ser de otra
manera, la de San Sebastián. Talla en
madera muy apta para trasmitir el sentimiento religioso y llegar de forma
sensitiva al pueblo.
ww.foro-ciudad.com/granada/orgiva/fotos/682-san-sebastian.html
Epílogo
NOTAS
1.- Simonet,
F.J.(1872): Descripción
del Reino de Granada sacada de los autores arábigos Imprenta y Librería de Reyes y Hermano, 1872. Granada.
2.- apunte
ideado por analogía por nosotros para nuestra línea investigativa
3.-Ángela Sánchez López, Enrique Infante Limón, Antonio
Valiente Romero(2012) : La ermita de Santa Eufemia (Cástulo), un caso de
experiencia tutelar del patrimonio arqueológico a mediados del siglo XVIII. Arqueología y Territorio
Medieval 19, 2012. pp. 147-166
4.- Echevarría Arsuaga, Ana
(2003): “La transformación del espacio islámico (siglos XI-XIII)”, en Annexes
des Cahiers de linguistique et de civilisation hispaniques médiévales. Vol. 15.
Lyon, Séminaire d’Études Médiévales
Hispaniques, pp. 53-77 citado por por Sánchez López y otro. Obra ya citada.
5.-Echevarria Arsuga, Ana (20013:9
obra ya citada
6.- Juan Pedro Vázquez Guzmán (2014): La Alpujarra: cinco
siglos de religiosidad. En La Religiosidad Popular y Almería. VI Jornadas. Colección: Etnografía y Cultura Popular, nº 18. Pag 103-127
7.- Federico
Ortega (2003): http://www.lasalpujarras.org/moriscos/index.htm
8.- Valeriano Sánchez Ramos(2014): Devoción rosariana en
el sureste andaluz. Una religiosidad en torno a moriscos, turcos y repobladores
durante el antiguo régimen. Pag. 19-67.
En La Religiosidad Popular y Almería. VI Jornadas . Colección: Etnografía y Cultura
Popular, nº 18. Pag 103-127
9.- Valeriano Sánchez Ramos (1997). El control de los
Divino. El Patronato Municipal En los Santuarios de la Alujara Almeriense
Estudios. Dialnet.
10.- Valeriano Sánchez Ramos (2010): Toros y frontera
en la costa del reino de granada a mediados del siglo XVII: el caso de Berja (Almería).
Revista de Estudios Taurinos N.º 28, Sevilla, 2010, págs. 53-79
11. Manuel Barrio Aguilera y Valeriano Sánchez Ramos: El
Legado Martirial en la Estructuración de la Sociedad Repobladora de las
Alpujarras. https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/2243689.pdf
12.-Barrios
Aguileros y Sánchez Ramos obra ya citadas.
13.- Valeriano Sánchez Ramos (1997 ). El control de los
Divino. Obra ya citada
14.- Antonio Álvarez Pérez (2015):
santo Mártires de las Tahas y Pueblos de la Alpujarra de Granada. Editorial
Punto Rojo Libros. Granada
15.-Helena Carvajal González (2015): San Sebastián, Mártir
y Protector Contra la peste. Revista Digital de Iconografía Medieval, vol. VII,
nº 13, 2015, pp. 55-65.
16:- Carvajal González (2015): Obra ya citada
17.- Carvajal González (2015): Obra ya citada
18.- Carvajal González (2015): Obra ya citada
19.- El Patrimonio
Histórico de La Alpujarra Granadina Gabinete Pedagógico de Bellas Artes.
Granada Cuaderno Didáctico Información
General
20.-Heinrich Wolfflin (2011). Conceptos fundamentales de la
Historia del Arte. ed. S.L.U.
Espasa libros
21.- Antonio Álvarez Pérez (2015): Obra ya citada